Hoy se cumplen 10 años desde que lancé la empresa de traducción Tukanos. Aunque antes había trabajado en la traducción, en 2012 decidí profesionalizarla. En aquella época, tenía grandes ideas y pensaba incluso en contratar a otras personas para que trabajaran para mí. Nunca conseguí contratar a nadie, pero reenvié algunos de los currículos que recibí a algunos de mis clientes, así que todos quedaron contentos. Además de los proyectos en los que he trabajado, uno de los momentos más destacados de los últimos 10 años fue viajar por el Río Negro, en pleno Amazonas, para visitar a la tribu de los Tukanos que inspiró el nombre de la empresa porque cada individuo habla al menos tres idiomas, y es común hablar cinco o más.
La verdadera diferencia en tener una empresa ha sido que puedo emitir facturas/recibos y tengo una apariencia más profesional gracias a tener una página web, sellos de caucho y sellos blancos. Ahora también soy miembro de asociaciones profesionales como la Asociación Brasileña de Traductores e Intérpretes (ABRATES), la Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes (Asetrad), la Asociación Portuguesa de Traductores (APT) y el Instituto de Traducción e Interpretación del Reino Unido (ITI).
Durante la pandemia sólo seguí trabajando gracias a la traducción, aunque hubo algunos meses en los que todo se paralizó, casi siempre hubo demanda de traducciones, así que tengo la suerte de ser traductor. Me gustaría dar las gracias a todos mis clientes por su trabajo a lo largo de los años, ¡y espero que siga así durante muchos más! ¡Por los próximos 10 años!